En una entrevista radial uno de los encargados del manejo de la fauna urbana en una ciudad, explicaba que sobre la totalidad de la población canina de esta ciudad. Existen realidades diferentes para todos ellos. En general divididas de la siguiente manera:
- 20% son perros que viven ya mucho tiempo en la calle o nacieron sin un hogar y que han aprendido a sobrevivir sin un techo y una familia humana. Son aquellos que generalmente tienen enfermedades visibles en la piel, sus estómagos hinchados por los parásitos, y se esconden muy bien en agujeros que encuentran.
- 20% son perros que tienen tutores o dueños responsables de su cuidado, alimentación, aseo y demás, es decir viven en muy buenas condiciones.
- 60% son perros cuyos dueños, tutores o familias humanas los tienen descuidados, es decir tienen la costumbre de dejarles salir en la mañana de su casa, salen a buscar su alimento (la mayoría en la basura), hacen sus necesidades donde pueden (obviamente sus dueños no lo limpian) y tratan de protegerse de las inclemencias del tiempo y de los humanos (atropellos, maltrato, etc.) hasta la tarde que regresan a sus “hogares”
Esta realidad se replica en varias ciudades de latinoamérica, que no podrán cambiar solo con las acciones de los gobiernos tanto centrales como locales, muchas asociaciones animalistas podrán hacer muchos esfuerzos para mejorar sin tener mayores resultados.
Para lograr cambiar esta realidad y conseguir que la mayoría de caninos en las ciudades se encuentren bajo una tutoría responsable, las acciones las debemos llevar a cabo todos. Comenzando desde nuestra casa. Tomando conciencia que los animalitos deben estar siempre protegidos, cuidados, alimentados. Su familia humana debe hacerse cargo siempre de su salud y de sus necesidades.
La única manera de lograr cambiar esta realidad es si cada uno de nosotros toma conciencia y empieza cuidado responsablemente al animalito del cual nos hemos hecho cargo. Para ello hay que asearle, debes darle un techo, alimentación diaria, limpiar sus desechos, por su puesto identificarle, tener su carné de vacunas al día, ejercitarle y sobre todo darle mucho amor.
Recuerda que son animales y como tal aunque sus instintos de supervivencia les permita regresar a casa, pueden tener percances en la ciudad como maltrato o morir atropellados, contraer enfermedades y además contribuir de mala manera para la insalubridad de tu ciudad, pues sus desechos pueden traer problemas sanitarios.
No esperes a que te sancionen, hazlo porque realmente son tu responsabilidad y parte de tu familia